Con la unificación de territorios por el matrimonio de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) en 1469, las fronteras entre reinos ya no tienen razón de ser, produciéndose a lo largo de las dos centurias siguientes un considerable aumento de población y las consiguientes transformaciones urbanas como consecuencia de la estabilidad política, una vez tomada Granada en 1492, y la mayor riqueza a raíz del descubrimiento de América ese mismo año.
La necesidad de mayor espacio público de relación se concreta en la zona baja junto a la puerta Sur, ampliando el existente a costa del conjunto defensivo de la antigua barbacana, con lo cual quedaba unido a otro (actual paseo Joaquín Costa) entre la muralla y el camino exterior a la población denominado de la “Tajada” (Carretera Nal. 234), topónimo del foso o tajo frente a la puerta para su mejor defensa.
A finales del siglo XV estaría construida la amplia Iglesia Parroquial bajo la advocación de San Pedro Apóstol en detrimento de la de Santa María, terminada su fábrica una vez retomada tras la guerra de los dos Pedros, en ladrillo dentro de la tradición mudéjar, de una sola nave y dos tramos rematados por bóvedas de crucería simple con contrafuertes, ábside poligonal de siete lados cuyos nervios se reúnen en una clave central, y portada abocinada de arcos apuntados.
En el siglo XVI se ampliaría con capillas laterales entre los contrafuertes tal como se conservan en el lado del evangelio, se le dotaría de coro, torre, espadaña y recrecimiento de la cubierta sobre las bóvedas actuales.
También en este siglo se construye la fuente pública para mayor comodidad de la población, con abrevadero para las caballerías, reaprovechando los sillares de la desaparecida muralla y barbacana; el hospital de San Marcos, que cubre su capilla con bóveda estrellada hoy no visible y zona de mercado en las arcadas de la planta baja; y no es descabellado pensar que se conformase la plaza para festejos y juegos de toros en “la Dula” junto a la muralla, como así sigue llamándose en la actualidad, en base a una serie de corrales que hemos conocido hasta hace unas décadas, en la que el público se acomodaría, exactamente igual que hoy, en los escalones conformados aprovechando el desnivel existente en su lado Norte.
Y fuera de la población, se amplía el Santuario de la Virgen de la Sierra alrededor de la iglesia del XIII-XIV, rehaciendo la bóveda de la cabecera.
En general, el siglo XVI es un período de desarrollo y riqueza, que tienen consecuencias en las transformaciones urbanas y sociales, perdurando prácticamente durante todo el siglo siguiente.